GESTIÓN POLÍTICA Y TURISMO (1): ESTADÍSTICAS

Principio: En algún punto de su recorrido burocrático, la estadística turística se convertirá en propaganda.

La estadística busca, recoge, organiza y presenta datos que ayudarán a tomar decisiones. Si queremos tener un sector turístico inteligente hay que dotarlo de información y conocimientos sobre sí mismo.

Esta necesidad está parcialmente satisfecha. Es cierto que hay organismos que se dedican a recoger información, pero suele suceder también que no colaboran entre sí o no hay uno que sirva de centro de dirección de métodos y esfuerzos, ofreciendo entre todos ellos datos no comparables por la divergencia de los medios para obtenerlos, cuando no diversidad de resultados para los mismos indicadores.

A esto hay que sumarle la costumbre de cifrar el termómetro del éxito de un destino en la llegada de personas, girando siempre las estadísticas sobre el porcentaje de ocupación en hoteles, cuando el éxito turístico en clave económica tendría más que ver con el gasto de los turistas y el efecto multiplicador de ese gasto.

Tampoco una vez que se obtienen datos válidos, hay un foro de encuentro para mostrarlos, debatirlos y sacar conclusiones.

Y por último, y lo que me parece más peligroso porque supondría la imposibilidad de mejorar desde entidades públicas todos los puntos anteriores, se suele dar una parasitación de los partidos políticos sobre las estadísticas para ofrecer lecturas autocomplacientes, cuando no meramente propagandísticas con el único fin de decir que todo va bien y mostrar una cifra fácil de digerir por los medios de comunicación.

Dos ejemplos recientes y próximos.

En abril la Secretaria Xeral de Turismo hace propias las previsiones del sector de un 70% de ocupación en Semana Santa de 2011. Cuando finalmente se van confirmando los datos en torno a ese 70%, llama mucho la atención que desde la Presidencia de la Xunta alguien les da la vuelta y diga que las previsiones fueron del 65% y la ocupación final del 75%. Sinceramente creo que el trabajo de la actual Secretaría Xeral de Turismo es suficientemente meritorio y muy por encima de lo que se haya hecho hasta ahora por otros gobiernos de la Xunta en años precedentes, como para que tenga necesidad de hacer valer su trabajo meneando arriba y abajo un triste porcentaje de ocupación. Contrasta con este baile de cifras, el completo informe del Instituto de Estudos Turísticos de Galicia de abril de 2011 del que nadie habla y aporta conclusiones muy interesantes sobre la evolución de datos en el primer cuatrimestre del año en nuestra Comunidad Autónoma.

Más curioso todavía es lo que ha sucedido hace escasos días con el OAL Rías Baixas, dependiente de la Diputación de Pontevedra. Utilizando datos estadísticos del Observatorio de Turismo Rías Baixas integrando en el OAL, su presidente Chema Figueroa da a conocer la ocupación de julio que cifra en un 53,76%, diciendo cosas como que "el turismo aguanta razonablemente bien la crisis" o que los resultados son "la demostración real de que las campañas de dinamización turística están funcionando".

Para el OAL Rías Baixas un 53,76% de ocupación es una buena cifra porque supone sólo una bajada de 12,94 con respecto a julio de 2010 que fue del 66,70%, y además año Xacobeo.

Sin embargo y utilizando los propios datos dados a conocer por el OAL Rías Baixas el año pasado comprobamos que en julio de 2010 la ocupación en Pontevedra no era del 66,70% si no del 74,33%. Por lo que realmente la variación interanual de la ocupación de julio comparando 2011 y 2010 supone una disminución de 20 puntos.

Y si queremos ver que los dos años no son equiparables por ser la situación del año 2010 excepcional debido a que se celebró el año santo, podemos ir hacia atrás en el tiempo hasta el 2009 donde comprobaremos que la ocupación en julio fue de un 67,40, y si retrocedemos un año más nos econtraremos que la ocupación del 2008 nos da una cifra del 73,64, dando como resultado esta cadena de datos (2008: 74,33--2009:67,40--2010:74,33--2011:53,76) una variación a la baja en las estadísticas de ocupación de julio, a excepción de lo ocurrido con el año santo. Esto puede tener distintas lecturas en el que la influencia del tiempo no es una cuestión menor, pero el punto de partida no se debe ocultar para debatirlo y buscar por ejemplo, y se me ocurre ahora, soluciones a las cancelaciones de reservas debido a la influencia de las previsiones meteorológicas, averiguando qué porcentaje de bajada en la ocupación puede deberse a esta contingencia y a que tipo de turista suele afectar.

Un error tan grave en la valoración de los datos turísticos como es el de adornar las estadísticas, utilizar porcentajes equivocados y sacarlos en la rueda de prensa para decir que todo va bien, le hace un flaco favor sector turístico en cuanto a la posibilidad de evaluar sus propias fortalezas y debilidades, y en mi opinión vuelve a cuestionar las expectativas que se pusieron en el Observatorio Turístico como la iniciativa que ayudaría " a determinar la situación actual de los mercados emisores; a identificar puntos de actuación y coordinación que adecuen la oferta de la provincia a las exigencias de los demandantes actuales y elaborar y desarrollar metodologías que favorezcan la medición, el análisis comparativo y la determinación de estándares de calidad".

No cuestiono por supuesto la profesionalidad y el trabajo de las personas que forman parte del Observatorio, pero si el uso que la gestión política esta haciendo de esta importante herramienta que debería servir para que tal y como comentaba al principio, el sector tenga un mejor conocimiento de sí mismo.

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