CUNCAS PARA ALUCINAR A TURISTAS

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Encienden algunas bombillas las palabras de Manuel Gago (ver artículo) sobre la "cunca" o taza (aunque ambos términos no tienen porque ser sinónimos), reivindicando el uso de este recipiente para resaltar el propio ritual de beber vino.

Seguramente habrá dos tiempos para beberlo. Uno en taza y otro en cristal. Aunque como dice Carlos Neira comentando lo escrito por Gago, su uso solo tiene ventajas: Son más económicas y manejables para hostelería. Más identificativas, más nuestras y llamativas, más souvenir. Al cliente de siempre se le podrá reservar su taza en el bar. Al turista le hará más gracia beber en cuncas y pedirá vino producido en Galicia para beber por ellas. E incluso es el recipiente que muchos consideran más apropiado para los vinos jóvenes, como había propuesto en el 2000 la Cooperativa Vitivinícola de O Ribeiro para celebrar el San Martiño y el magosto (ver artículo).

"Toda comida ten moito de simbólico, de cultural e de ritual: se te detes un momento e observas, percibirás todo o que rodea, nun restaurante, ao acto mesmo de xantar, e son moitas cousas que nos falan de nós, do noos mundo e sociedade. Servir un aperitivo con cuncas, cun viño fresco, do ano, tomado en pouca cantidade antes da botella que abrirás, antollouseme unha magnífica idea para os restaurantes con arelas contemporáneas e base no país. É unha divertida chiscadela á tradición que, vista desde un salón de alta restauración, se antollan radicalmente contemporáneas. Se as mirades sen prexuízos, fixádevos que o seu deseño case orgánico lembra pezas de Philippe Starck, cando en realidade son de Buño ou de calquera outra olería tradicional. O comensal foráneo, non galego, ademáis, pode alucinar con este servizo. Identidade en estado puro, tradicional e moderna a un tempo."

Foto de el buho nº30

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