¿CÓMO ERA UNA FIESTA EN PONTEVEDRA EN 1882?

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Cucaña sobre un engrasado bauprés, con un participante que se cae .

La Gaceta de Galicia el 19 de Julio de 1882, le dedica tres columnas al programa festivo de San Fidel de Carril. Empieza con una descripción del pueblo: «La situación de la villa de Carril es inmejorable. Su especial posición la hace prestarse a cuantos atractivos pueda desear el más exigente bañista. Hospedajes regulares y económicos, facilidad para obtener lo necesario a las exigencias de la vida; rápidas y fáciles comunicaciones con las ciudades y pueblos circunvecinos, hermosa y extensa playa, festonada con larga y erguida arboleda a cuya sombra se hace tan agradable un momento de reposo».

El primer día la fiesta (29 de julio) comienza con repique de campanas y «multitud de fuegos voladores y salva de bombas reales». Después salían los gigantes y cabezudos precedidos de gaiteros y la banda. Hasta las dos de la tarde paseaban los músicos por Carril. A las seis, se celebraba la misa en la iglesia parroquial, y a las siete se continuaba con la música y los fuegos de artificio «a cargo del acreditado pirotécnico de Padrón, Gregorio Ojeros». El final de la fiesta de ese día se reservaba para un combate naval «compuesto de un castillo perfectamente iluminado y dos fragatas» acabando con el ascenso de un «magnífico y colosal globo de forma espiral que arrojará luces de bengala».

Al día siguiente los pasacalles se ponen en marcha a las seis de la mañana. A las nueve, la comisión de festejos salía a esperar en la estación del ferrocarril, a los jóvenes alumnos de la Sociedad Económica de Santiago. La misa grande, se celebraba adornada con «vistosas colgaduras y arañas de cristal», y el discurso de rigor, «encomendado a un orador de reconocida elocuencia».

En esta jornada central, el 30 de julio, tenían lugar también las celebres regatas, las únicas en las que bogaban mujeres. Un poco más tarde le tocaba el turno a la cucaña marítima, «que partirá de un galeón fondeado al efecto». Un poco más tarde llegaba «la ascensión de la cucaña vertical, que estará situada en la plaza».

Los dos días de fiesta se cerraban con la serenata marítima. «En una preciosa embarcación preparada ad hoc y bien iluminada, estarán la orquesta y las voces que han de proporcionar la grata velada». «Hachones y barricas de alquitrán» alumbrarán el recorrido de la embarcación. Mientras en tierra plazas y las principales calles públicas tendrán "iluminación veneciana".

Visto en La Voz.

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