http://www.youtube.com/watch?v=_D3Jx_2_0dA
Es el menhir más conocido de Galicia. No es el único, pero el de Gargantáns en Moraña alcanzó una merecida fama desde su redescubrimiento en 1958 por el profesor Carlos Paratcha. No es frecuente encontrar menhires, y menos en un estado conservación tan bueno como este. Se cree que no se asienta en su lugar original, aunque se desconocen los motivos de su traslado, debido a que tiene la base cortada, lo que implica que su tamaño inicial era mayor (actualmente de 2 metros de altura).
Se data de forma aproximada entre el año 3000 y el año 2000 a.c. La superficie está muy pulida, y sobre ella se han hecho grabados serpentiformes y en forma de herradura, y numerosos hoyos o "cazoletas".
No se sabe con seguridad cuál era la función para la que se erigió, y se han apuntado muy diversas interpretaciones para explicar este monumento. Debido a su simplicidad y situación, se ha supuesto que se trata de un signo funerario, o conmemorativo. Monumento dedicado al sol. Límite separador de territorios de diferentes tribus. O símbolo fálico, construido para favorecer la fertilidad.
Por su importancia fue escogido como elemento predominante en el escudo del ayuntamiento. Pero este reconocimiento oficial no ha impedido que continuamente y cada cierto tiempo escuchemos hablar de la obstinación de tumbarlo para que no siga apuntando al cielo: Así sucedía en los años 60 cuando los chavales que iban con el ganado al monte lo tenían como diana de las pedradas. En los 80 apareció en el suelo despúes de que unos vándalos viesen frustrado su intento de robarlo. Los incendios de 2006 dañaron sus capas más superficiales. Y este mes el vecino propietario de los terrenos en los que está clavado, ha modificado el entorno del menhir arrasándolo con maquinaria pesada.
Hace tiempo que este faro en piedra debería haber contado con mayor atención. Es único y se apaga.
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