RESTAURANTE BITADORNA EN VIGO

Como una alineación de un equipo de fútbol: 1) Sopa Sonora de Melón con Crujiente de Ibérico. 2) Medallones de Langosta con Salsa de Yogurt y Aromas de Albahaca. 3) Ostras Gratinadas al vino de O Rosal. 4) Nécora Rellena. 5) Tártaro de Bacalao con Sopa de Tomate. 6) Vieiras con Acelgas y Salsa de Vino. 7) Escalope de Rape con Crema de Nécoras y Pasta Fresca. 8) Foie de Pato con Frutas a la Parrilla y Reducción de Mencía. 9) Carpaccio de Mango con helado. 10) Crema de Tetilla a Modo de Tiramisú con Teja de Nueces y 11) Sorbete de Gin Tonic y Tonca.

Cada vez que en el Bitadorna salía un plato de la cocina y la camarera lo depositaba encima de la mesa dándome el nombre, solo me faltaba dar un saltito en la silla y levantar los brazos para hacer la ola.

Este largísimo menú degustación lo probé en septiembre, y entre sorprendido y con el botón del pantalón desabrochado me quedé saboreando el gin tonic del final. No conocía la cocina de Chus Castro, sí sabía de su larga trayectoría de cocinera en el paseo marítimo de su pueblo (A Guarda), y el premio a su langosta con yogurt como mejor plato del año en los premios HG&T 2010.

Como fue que se me antojó hacerme con un ejemplar de "Xantares para el S. XXI", publicación en la que participa el Bitadorna al formar parte de la Asociación Xantares que es la protagonista del libro, me acerqué al local que abrió Chus Castro en Vigo en el mismo lugar que ocupaba el clásico Las Bridas. Enganchando por su amabilidad y por el vistoso restaurante espléndidamente reformado, de tonos claros con un espacio para tapeo y vinos, separado del salón por dos cetáreas llenas de langostas, no pude resistirme a quedarme a comer.

Me decidí por el menú degustación, a un precio de 42€, iva incluido y el vino aparte. La experiencia gastronómica fue una gozada. A cada plato el acumulador de felicidad sumaba puntos. Ese primer entrante en el que la sopa de melón suena en plan peta zeta burbujeante, es un pequeño juego que da paso a una comida fresca (merecido premio a la langosta, mmmm....), platos la mayoría aromatizados con vinos blancos y tintos del país, y unos postres sorpresa a la altura de todo lo que les precede (que rica esa tetilla tiramisú). Una cocina de evolución comedida, fiel a la filosofia de este grupo de restaurantes Xantares, que han sido parte de una generación intermedia entre la cocina más tradicional y la creativa más actual.

Como ya dije este menú lo probé en septiembre. Opss... No puedo actualizar todo lo rápido que quisiera. El menú degustación sé que va cambiando según la temporada. Lo bueno es que se publica en la web del restaurante y se puede ver desde aquí: http://www.bitadorna.com/cocina.htm

Localización del Bitadorna Vigo y A Guarda en el google maps.

Abajo el vídeo con los platos que me zampé:



http://turismodepontevedra.blogspot.com/2011/01/restaurante-bitadorna-en-vigo.html

GASTRONOMÍA EN LAS RÍAS BAIXAS

Lujazo de equipo de cocineros. Rías Baixas presumiendo de gastronomía, de hostelería, de profesionales. Un buen vídeo con los del grupo nove sección Pontevedra.

Pepe Solla en Casa Solla, Iñaqui Bretal y Roberto Filgueira en Eirado da Leña. Xose Torres Canans en Pepe Vieira. Antonio Botana en Pandemonium. Alberto González Prelcic en Silabario. Javier Olleros en Culler de Pau. Rafael Centeno Moyer en Maruja Limón. Pablo Romero en Allo e Aceite. Yayo Daporta en Yayo Daporta.




http://turismodepontevedra.blogspot.com/2011/01/gastronomia-en-las-rias-baixas.html

RESTAURANTE DEL MUSEO MARCO DE VIGO

El museo de arte contemporáneo es el más visitado de Vigo. Tuvo más visitantes el pasado año 2010 que la suma del resto de los museos de esta ciudad. El edificio de la calle del Príncipe está consolidándose año a año en torno a las cien mil visitas. Hasta el próximo 24 de abril tiene una exposición increíble que merece la pena visitar, la de Virxilio Viéitez de la que ya hablábamos por aquí. Sin embargo no es la única sorpresa que encontramos dentro. Hay otra alegría. Esta para el paladar. La del restaurante que dirige Alfonso Botas. El restaurante y café Marco.

Este restaurante está consiguiendo que los menús del día no aburran, adaptando la cocina creativa a la cocina diaria, de forma sencilla. O al menos aparentemente de forma sencilla.

Ir a tomar el menú del día a este restaurante siempre es divertido por su variedad de propuestas, utilizando los productos frescos del mercado para sorprender siempre. El cocinero Alfonso Botas es un cocinero viajero y se nota en su cocina. Empezó en el local de pinchos de la calle Oporto que regentaba su madre. Allí descubrió que la cocina era lo suyo y decidió formarse seriamente, trabajando al lado de Martín Berasategui, o más tarde con Joan Roca en el Celler de Can Roca. Aficionado a viajar, un día hizo las maletas y se plantó en Buenos Aires. Allí entró en contacto con cocineros con influencias norteamericanas y peruanas. Finalmente se enroló en el crucero de turismo de aventura Ushuaia en donde tenía que cocinar para un pasaje internacional platos de todo el mundo.

Todo esta sabiduría de gastronomía babélica y de guerrilla está al servicio de sus clientes, día a día en el restuarante de la calle del Príncipe.

He podido ir en tres días diferentes, dos días por la semana y un sábado. Y los tres días siempre he encontrado un motivo para volver. En el vídeo de abajo están mezclados todos los platos que he probado. Durante la semana y por 11 € uno puede elegir primero y segundo entre tres propuestas para cada plato, más postre, pan y bebida (café aparte). El fin de semana sube algo más la tarifa y se puede degustar un mini menú degustación de tres platos y postre por 12,90 €. De todo lo que me he papado lo que ha dejado huella en la memoria es el tratamiento de las verdura y vegetales, los platos de la opción vegetariana, elaborada con productos de primera calidad que dejan un rastro sabrosísimo. El royale de zanahoria y remolacha, y la tangine de judías y espinacas estaban de vicio.

Un servicio en sala muy rápido y atento, con especial dedicación de la jefa de sala a la explicación de la composición del menú, desempeñando la labor de aclarar algún concepto gastronómico poco conocido.

El restaurante cuelga todos los días en su web el menú que ofrece. Y para los que necesiten rebuscar algo en internet mientras comen, cuenta con wifi abierta, lo que siempre se agradece. Además A. Botas le entra a trapo a las cenas gastroliterarias de la fundación Carlos Casares en las que mientras se leen párrafos, por ejemplo, de las aventuras de Sherlock Holmes, uno degusta lo que hubiese podido probar de entrar algún día en el 221B de Baker Street.

Situación pinchando aquí. Y teléfono de reservas: 886116712




http://turismodepontevedra.blogspot.com/2011/01/restaurante-del-museo-marco-de-vigo.html