El museo de arte contemporáneo es el más visitado de Vigo. Tuvo más visitantes el pasado año 2010 que la suma del resto de los museos de esta ciudad. El edificio de la calle del Príncipe está consolidándose año a año en torno a las cien mil visitas. Hasta el próximo 24 de abril tiene una exposición increíble que merece la pena visitar, la de Virxilio Viéitez de la que ya hablábamos por aquí. Sin embargo no es la única sorpresa que encontramos dentro. Hay otra alegría. Esta para el paladar. La del restaurante que dirige Alfonso Botas. El restaurante y café Marco.
Este restaurante está consiguiendo que los menús del día no aburran, adaptando la cocina creativa a la cocina diaria, de forma sencilla. O al menos aparentemente de forma sencilla.
Ir a tomar el menú del día a este restaurante siempre es divertido por su variedad de propuestas, utilizando los productos frescos del mercado para sorprender siempre. El cocinero Alfonso Botas es un cocinero viajero y se nota en su cocina. Empezó en el local de pinchos de la calle Oporto que regentaba su madre. Allí descubrió que la cocina era lo suyo y decidió formarse seriamente, trabajando al lado de Martín Berasategui, o más tarde con Joan Roca en el Celler de Can Roca. Aficionado a viajar, un día hizo las maletas y se plantó en Buenos Aires. Allí entró en contacto con cocineros con influencias norteamericanas y peruanas. Finalmente se enroló en el crucero de turismo de aventura Ushuaia en donde tenía que cocinar para un pasaje internacional platos de todo el mundo.
Todo esta sabiduría de gastronomía babélica y de guerrilla está al servicio de sus clientes, día a día en el restuarante de la calle del Príncipe.
He podido ir en tres días diferentes, dos días por la semana y un sábado. Y los tres días siempre he encontrado un motivo para volver. En el vídeo de abajo están mezclados todos los platos que he probado. Durante la semana y por 11 € uno puede elegir primero y segundo entre tres propuestas para cada plato, más postre, pan y bebida (café aparte). El fin de semana sube algo más la tarifa y se puede degustar un mini menú degustación de tres platos y postre por 12,90 €. De todo lo que me he papado lo que ha dejado huella en la memoria es el tratamiento de las verdura y vegetales, los platos de la opción vegetariana, elaborada con productos de primera calidad que dejan un rastro sabrosísimo. El royale de zanahoria y remolacha, y la tangine de judías y espinacas estaban de vicio.
Un servicio en sala muy rápido y atento, con especial dedicación de la jefa de sala a la explicación de la composición del menú, desempeñando la labor de aclarar algún concepto gastronómico poco conocido.
El restaurante cuelga todos los días en su web el menú que ofrece. Y para los que necesiten rebuscar algo en internet mientras comen, cuenta con wifi abierta, lo que siempre se agradece. Además A. Botas le entra a trapo a las cenas gastroliterarias de la fundación Carlos Casares en las que mientras se leen párrafos, por ejemplo, de las aventuras de Sherlock Holmes, uno degusta lo que hubiese podido probar de entrar algún día en el 221B de Baker Street.
Situación pinchando aquí. Y teléfono de reservas: 886116712
http://turismodepontevedra.blogspot.com/2011/01/restaurante-del-museo-marco-de-vigo.html
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