Los clientes valoran cada vez más sentirse ‘únicos’ y que los hoteles estén pendientes de cubrir sus necesidades concretas. El trato personalizado se hace, por lo tanto, esencial. Algunas cadenas han querido ir incluso más allá y han surgido las habitaciones ‘personalizables’. Así lo ha hecho el primer establecimiento de la cadena holandesa CitizenM, y que está destinado a viajeros que valoran la elección personal, el diseño contemporáneo, la tecnología amigable, y la proximidad a la ciudad. En este primer establecimiento con la ayuda de un mando a distancia, el huésped puede controlar todos los aspectos de la habitación, incluso los colores. De esta forma puede personalizar la iluminación, la música, la atmósfera y la temperatura, así como decorar la estancia con arte digital. Las preferencias del cliente quedan almacenadas en la llave magnética y se conservan hasta su próximo alojamiento.
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