Una recomendación de tapeo para Pontevedra descubierto por Bea (gracias Bea!): Trisquel en la rúa Nova de Abaixo nº 14 cerca de la Alameda. Taberna de ambiente cercano, pequeña, con una lista de platos que se exponen a diario en la pizarra, y que se suelen ir renovando sin renunciar a los clásicos que más gustan. La cocinera, chilena (aunque quién lo diría por lo bien que habla el gallego) experimenta y ofrece recetas propias. El plan no es comer productos típicos de algún sitio, y aunque nos podemos encontrar con los nachos mejicanos, todo lo que se hace tiene un toque personal y familiar.
Lo que yo prové y estaba delicioso fue la ensalada chilena compuesta de aguacate, tomate natural muy picado y muy sabroso, cebolla pochada y trozos de gambas; las chalupitas, que son arepas -torta de masa de maíz- cubiertas con pechuga de pollo muy troceada y un huevo frito, y de postre unos helados caseros quenindiola. Estos helados son un tema aparte. Pude probar el de ciruela, manzana, y uno de higos sensacional. El secreto del sabor de su comida nos dicen que es por usar productos de una huerta propia, y me lo creo, sobre todo en esta última parte por lo logrado de los sabores de los helados. Normal en los precios.
Ofrecen también cerveza Gallaecia de la que previamente había leído algo en Colineta sobre el misterio de su procedencia. La pruebo por primera vez aquí. La negra. Me gusta. De amargor suave y algo dulce. Gallaecia ha entrado en el mercado con un bonito diseño y apelando al espíritu celta con seis variedades, pero que sea gallega ya es un tema que puede discutirse.
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