«Mentras este barco sexa meu, non volverá nunca máis a tocar augas galegas. Nunca»
El Hidria II fue construido en Vigo en los años 60 y está entre los seis barcos de vapor que hay en Europa, siendo el segundo más grande y el único que existe en España. Antiguo barco que suministraba agua a los cruceros que llegaban al Puerto de Vigo (buque-aljibe era su empleo), después de cumplir sobradamente sus funciones en los muelles vigueses, fue jubilado y se evitó el desguace tras su adquisición por particulares, que se lo llevaron hasta O Grove para restaurarlo con una gran pasión por conservar un cacho vivo de la historia marítima de Galicia.
Después de su reconstrucción y a partir del 2006 comenzó de nuevo a navegar participando en diversas actividades de turismo náutico y cultural en Galicia (tengo un cariñoso recuerdo sobre la dedicada a los pescadores republicanos).
Puede viajar a un máximo de ocho nudos de velocidad y tiene capacidad para 120 pasajeros con una sala para acoger actos institucionales o pequeñas exposiciones.
Sus propietarios Sesé y Jacobo, lo llevaron al sur de España en 2010 al retirárselas el apoyo institucional en pleno Xacobeo para un barco museo que si no fuese por ellos, seguiría el camino de otros muchos como el Campaláns, o el Islas Ficas.
La aventura por Andalucia no salió muy bien y más que nunca el Hidria corre el riesgo de venderse y que termine por alejarse de Galicia. Verlo navegar en las imágenes de abajo frente a Gibraltar, consigue que nos preguntemos que es lo que no está funcionando para que el patrimonio marítimo de Galicia no encuentre un hueco en sus propias aguas.
Sus propietarios hablan con la herida abierta de haber peregrinado de puerto en puerto para sacar adelante un proyecto empresarial y familiar que se merecería mejor suerte como embarcación de apoyo a iniciativas institucionales y museisticas en las rías gallegas.
Cuando continuamente escuchamos hablar y leer de turismo, cultura, museos marineros, marcas turísticas para Vigo, Planes de competitividad turística de la ría, etc.. etc... este desencuentro entre el Hidria y su tierra de origen marca una falla de contradicciones entra la literatura política y la realidad de este país. Entre lo que queremos ser y aún no somos.
Dicen los propietarios del Hidria II que mientras el barco sea suyo nunca volverá a augas gallegas. Espero que se equivoquen. Muchos ánimos para Jacobo y Sesé.
Web del Hidria II. Blog y Facebook.
http://turismodepontevedra.blogspot.com/2011/05/hidria-ii.html
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