Al restaurante Basilio en Canido, cerca de la isla de Toralla en Vigo, ya le hemos dedicado unas letras, hoy repite con otro post para lo que echamos mano de Alfredo de Música y Vino, que cuenta su experiencia en este establecimiento.
Previa reserva, fundamental si queréis ocupar uno de los dos comedores con vistas a la playa en vez de tener que conformaros con el comedor interior del restaurante, nos tocó en suerte una buena mesa.
El primer contacto lo tuvimos con un camarero del que,
desgraciadamente, no recuerdo su nombre; sé que era de origen uruguayo, que
llevaba un pendiente y que era extremadamente atento y educado. Su
profesionalidad (cariñosa) es de esas atenciones que ya no se prodigan en los
restaurantes.
Para almorzar encargamos, como entrantes, empanada de zamburiñas y
chipirones de la ría; de segundo plato, lubina al horno y tarta de queso.
Acompañando la comida, una botella de Vilerma (ribeiro blanco), una botella de
agua y dos chupitos de aguardiente de hierbas, de remate en la sobremesa.
Podéis seguir leyendo en este enlace.
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