Miliario de Santiaguiño de Antas entre Mos y Redondela (Foto sin retocar)
La Diputación de pontevedra le ha puesto a la calzada XIX de la guía Antonino, una página web en donde se nos explica cómo se está convirtiendo lo que queda de este itinerario romano en una ruta de senderismo más o menos afortunada, con algún punto interesante como este en Santiaguiño de Antas.
Este miliario que se encuentra entre los municipios de Redondela y Mos está solidamente clavado en un camino que en otros tiempos los viejos llamaban "arada vella" y que hoy se conoce sobre todo, por ser una zona de paso de los peregrinos que van a Compostela por el camino Portugués. Fue marco de lindes y también un lugar de encuentro para las parejas que deseaban tener hijos.
Esta creencia sobre su poder fecundante evitó que el miliario saliese de su situación original para acabar en el museo de Pontevedra. Los vecinos se opusieron a su traslado en 1931 cuando Filgueira Valverde y la Guardia Civil intentaron cambiarlo por una réplica. Cuenta Taboada Chivite sobre este incidente: "non puido se recollido para o Museo da capital pola actitude decidida dos veciños, enveredados de tal propiedade".
Se podría pensar que los miliarios por su forma cilíndrica y firmemente sujeta al suelo, son propensos a tener la consideración de fecundantes, pero no es así, ni mucho menos. No sabemos en que momento se empezó a creer en el poder fecundador de esta piedra, y los motivos que llegaron a convertir este pedrolo en un feliz punto de encuentro. Martín Sarmiento, que tenía un ojo clínico para detectar las más arraigadas manifestaciones etnográficas, solamente lo describió como un marco de división, cuando paso en mula por su lado en 1745.
Como otras tantas piedras que acumulan mucha historia, es díficil hacerla hablar. La inscripción en latín está atiborrada de cruces.
La Diputación de pontevedra le ha puesto a la calzada XIX de la guía Antonino, una página web en donde se nos explica cómo se está convirtiendo lo que queda de este itinerario romano en una ruta de senderismo más o menos afortunada, con algún punto interesante como este en Santiaguiño de Antas.
Este miliario que se encuentra entre los municipios de Redondela y Mos está solidamente clavado en un camino que en otros tiempos los viejos llamaban "arada vella" y que hoy se conoce sobre todo, por ser una zona de paso de los peregrinos que van a Compostela por el camino Portugués. Fue marco de lindes y también un lugar de encuentro para las parejas que deseaban tener hijos.
Esta creencia sobre su poder fecundante evitó que el miliario saliese de su situación original para acabar en el museo de Pontevedra. Los vecinos se opusieron a su traslado en 1931 cuando Filgueira Valverde y la Guardia Civil intentaron cambiarlo por una réplica. Cuenta Taboada Chivite sobre este incidente: "non puido se recollido para o Museo da capital pola actitude decidida dos veciños, enveredados de tal propiedade".
Se podría pensar que los miliarios por su forma cilíndrica y firmemente sujeta al suelo, son propensos a tener la consideración de fecundantes, pero no es así, ni mucho menos. No sabemos en que momento se empezó a creer en el poder fecundador de esta piedra, y los motivos que llegaron a convertir este pedrolo en un feliz punto de encuentro. Martín Sarmiento, que tenía un ojo clínico para detectar las más arraigadas manifestaciones etnográficas, solamente lo describió como un marco de división, cuando paso en mula por su lado en 1745.
Como otras tantas piedras que acumulan mucha historia, es díficil hacerla hablar. La inscripción en latín está atiborrada de cruces.
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Localizo el miliario en el g.maps: la pista alargada de la izquierda es el aeropuerto de Peinador.
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