Este año hemos oído de todo. Desde habitaciones en las que el cliente proponía el precio ( y no solo antes de usar el servicio si no también después de hacerlo pagando un precio de satisfacción), hasta subastas de habitaciones con un precio mínimo de 10 euros como comentaba con más pena que gloria y sobre la marcha José Manuel Barbosa, presidente de la Asociación de Hoteles de Pontevedra.
De todas estas ideas que surgen con la crisis y para sacarse de encima el inventario no vendido, posiblemente surjan cosas aprovechables, y que se queden para crear nuevos canales de venta.
Tendrán su público y habrá quién pueda afrontarlo sin pérdida de imagen, o sin necesidad de romper compromisos con otros canales.
Ahora que cosas como esta del Hotel Rancho San Bernardo en California son noticias que buscan sobre todo una importante promoción gratuita en portales, blogs y medios de comunicación, y que quizás solo funcione en los USA, aunque introduce una interesante idea como la del hotel customizado o a la medida: Este hotel ofrece a sus clientes un "paquete de supervivencia", que en su versión más básica consiste en una habitación por 19 dólares (unos 13 euros) con una tienda de camping pero sin camas, ni papel higiénico, toallas, aire acondicionado o bar, y sólo una lamparita en el baño por seguridad. En el siguiente nivel se añade una cama, sin sábanas, por 39 dólares la noche. Y así... el hotel sigue sumando tarifas según los servicios que se vayan utilizando. El hotel es un lujazo con tres piscinas, un campo de golf, tres restaurantes y un spa. Marketing extremo que convierte a las habitaciones del hotel en un camping de cinco estrellas.
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