Bueno, bueno, bueno... está en beta, pero el invento tiene muy buena pinta. Una tartera que cambia de color según se va calentando al fuego. Estupendo para prevenir quemaduras cuando pones la cacerola directamente en la mesa de los comensales. El look algo retro y la idea es de los diseñadores William Spiga y Juliana Martins. Al ir subiendo la temperatura, los topos van pasando de azul a naranja y de naranja a rojo (y al revés según se va enfriando). Uno de esos cachivaches que te convierten enseguida en cocinero creativo sin apenas saber freír un huevo.
http://www.youtube.com/watch?v=ZGLjwdCu_68
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