La Diputación se sentó (atención!) con UNA VEINTENA de representantes de asociaciones turísticas de la provincia. Y así, sin hacer mucha memoria, me vienen a la cabeza una docena más que no estaban en esa reunión.
Se hizo un repaso a todo lo que funciona mal: Escasez de vuelos, demasiadas camas, mala coordinación, falta de aprovechamiento de las nuevas tecnologías... pero leímos bastante poco sobre el cómo y el cuándo se van a poner a trabajar todos juntos.
No debe pasar un año y seguir con estas reuniones de chaqueta y corbata, y sus mismos temas de debate. Habrá que cambiar de estrategia. Las cosas no cambian si siempre se hace lo mismo.
Es cierto que es muy difícil valorar de forma realista cómo va el turismo en las Rías Baixas con tantos interlocutores. ¿Es lógico que existan tantas asociaciaciones?. Quizás No. Pero están ahí. Y no se trata de estar de acuerdo en todo, que es imposible. El primer gran reto es aceptar que en la medida que se puedan integrar puntos de vista diferentes, se genera POTENCIA. El primer gran paso podría ser crear una COMUNIDAD de instituciones y asociaciones con un estatuto de COMPROMISOS que recupere los intereses compartidos.
Bajo ese paraguas común, habrá que encerrar en una habitación, a equipos de trabajo a los que se les permita tomar decisiones vinculantes, y no dejarles salir hasta que consigan un calendario de objetivos sobre los que encaminarse, con una gestión común del dinero aportado por todos.
Pero habrá más reuniones.
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