EPA! UN AÑO DE BLOG

Un año. La experiencia de escribir un blog nos ha robado mucho tiempo. Pero ha merecido la pena un trabajo compartido del que tanto hemos aprendido de nosotros mismos, y del rostro de la tierra, con sus cientos de deliciosas contrariedades y caminos.

Galicia está en las botas del que la anda, es la mejor forma de entenderla. La primera persona que la quiso comprender, supo que debía empezar a conocerla recorriéndola a pie: fue Domingo Fontán (1788-1866), un hombre nacido en Portas, de una extraordinaria cultura y paciencia que hizo de sus caminatas la gran obra de su vida: El primer mapa topográfico y trigonométrico del país (1834), un trabajo de tan grado de detalle que tan sólo ha sido superado recientemente por la cartografía hecha por satélite.

Del sentido más profundo del mapa de Fontán se alzan, por ejemplo, el ruido de las campanas de cuatro mil iglesias que no habían sido catalogadas, o las lágrimas de los emigrantes, cuando situaban sus pueblos en el "Fontán" desplegable que se llevó Otero Pedrayo a Argentina en los años cuarenta. La proeza cartográfica de Fontán (Don Domingo) se empapa en lo mítico de dieciséis años subiéndose a los montes para con una red de triángulos, levantar un monumento polisémico al que él llamaba "carta geométrica".

Este blog aún gatea y querrá superponer capas de mapas en un modesto photoshop vital: uno de ellos es ese gran mapa poético de 1834, la última capa (por ahora) es el google maps colectivo.

El paisaje está en marcha y en este siglo, es imposible recorrerlo sin la ayuda de todos. Nosotros queremos triangular emociones propias (aunque algunas sean difíciles de entender, como notas manuscritas en diarios). Para ese trabajo miramos a través de un blog como si fuese un teodolito: en el año en el que entramos seguiremos tejiendo una red con visitas a los ochomichelines, sorteos de libros, una Ley de Turismo para desgranar, índices personales, premios gatoaraña, tapper jurídicos, y anotaciones cada semana para no olvidarnos de todas las noticias que merecen la pena. Y mucho por aprender.